Más Abrazos // Martes 13 Octubre, 2020 // #consejos, #bienestar, #aprendizaje
No hay nada más tierno en el mundo que la risa de un bebé y si lo has experimentado con tu chiquit@ no nos dejarás mentir. Por lo cual, las cosquillas se vuelven un juego irresistible para interactuar con tu bebé, sólo para escuchar esa linda carcajada que llenará de alegría cualquier momento del día.
Las cosquillas pueden ser más suaves o más intensas y sus largas sesiones suelen ser del gusto de la mayoría de los bebés, pero ¿hasta qué punto son recomendables? A pesar de que tienen muchos beneficios, las cosquillas nunca deben de ser forzadas, por lo que, si tu bebé las rechaza o pone resistencia, lo mejor es no insistir.
A simple vista pueden parecer inofensivas, sin embargo, existen varios estudios que han demostrado tanto sus beneficios como sus efectos negativos. En este sentido, es importante conocer lo que hay detrás de este juego en beneficio del bienestar de tu pequeñ@.
Esta forma de interactuar con tu bebé es una estupenda manera para que tu bebé conozca su cuerpo y al mismo tiempo fomentar el contacto físico entre padres e hijos. Asimismo, tu pequeñ@ puede aprender con las cosquillas el significado de la incertidumbre y la sorpresa, ya que es un juego que se realiza de forma inesperada.
Un punto importante a considerar es la resistencia a las cosquillas, ya que cada bebé es diferente, por lo que si vemos que comienza a llorar o se enfada, lo mejor es parar con el fin de evitar convertir este divertido juego en una desagradable experiencia para tu bebé.
Algunos estudios realizados por la doctora Patty Wipfler, educadora infantil, revelaban que muchos adultos con dificultades como relajarse cuando otras personas se les acercan, no poder dormir con su pareja o sentirse incómodos con el contacto físico y corporal, estaban relacionados con las cosquillas que experimentaron cuando eran pequeños
Incluso la doctora Wipfler recomienda reemplazar las cosquillas por opciones más saludables para interactuar y jugar con los bebés. Esto no porque sean malas las cosquillas en sí o que inevitablemente causen problemas en la etapa adulta, sino por la forma en que se llevan a cabo, pues tienen el riesgo de convertirse en un tipo de abuso si no ponemos atención a las reacciones de un bebé.
Una vez revisado los dos lados de la moneda sobre las cosquillas, lo que queda claro es que sin duda las cosquillas pueden ser un buen estímulo para tu bebé, siempre y cuando se realicen con moderación y tomando en cuenta cómo reacciona. A veces puede ser muy delgada la línea entre diversión y una experiencia desagradable, ya que un bebé no puede decir “detente”.
Escuchar y ver sonreír a tu bebé a carcajadas sin duda se grabará en tus recuerdos, por lo que fomentar que lo haga siempre será bueno, y no sólo con las cosquillas si no con otros juegos como hacer sonidos y gestos divertidos. Así que aprovecha todas las opciones que tienes para hacer reír a tu chiquit@.
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