Más Abrazos // Sábado 21 Marzo, 2020 // #alimentacion, #maternidad, #cuidados, #bebe
Durante los primeros seis meses la leche materna o fórmula será el único alimento que tu bebé reciba. Después de esta etapa, debe comenzar a recibir alimentos sólidos además de la leche, para complementar su dieta.
El dilema sobre la leche y el calcio suele comenzar una vez que decides dejar de amamantar a tu bebé o dejar de darle fórmula, entonces comienzan las preguntas: ¿qué tipo de leche es la más adecuada?, ¿recibirá suficiente calcio?, ¿tendrá todos los nutrientes que necesita?
Es normal tener todas estas dudas, sin embargo, es muy importante que tomes en cuenta que los sólidos se introducen en la dieta del bebé porque ahora que ha crecido la nutrición líquida por sí sola ya no le aporta todo lo que necesita.
El calcio es uno de los minerales esenciales para su buen desarrollo, ya que ayuda a la formación de sus huesos y dientes, así como a la regulación de los latidos de su corazón, entre otros beneficios. Y si bien la leche es uno de los alimentos más ricos en calcio, no es la única fuente de la que tu bebé puede obtener este nutriente. Otros alimentos, como las legumbres, vegetales con hojas verdes y los cereales también aportan este mineral a su dieta.
No es recomendable darle leche de vaca a tu bebé antes de los 12 meses, ya que puede provocar daños a su sistema digestivo. Esto sucede porque, a diferencia de la leche materna o la fórmula, la leche de vaca no tiene la proteína adecuada ni la mezcla de grasas que tu bebé necesita en sus primeros meses. Además, es muy baja en hierro y alta en sodio, por lo que lo mejor es incorporarla a su dieta después del primer año de vida.
La ingesta mínima de calcio para niños entre 1-3 años es de 500 mg diariamente, por lo que dos tazas de leche entera (de 250 mg cada una) le aportarían poco más de esta cantidad de calcio.
Ten en cuenta que la leche no es la única fuente de calcio, pues este nutriente está presente en una amplia gama de alimentos, como, por ejemplo:
Además, los cereales integrales como la kiwicha (amaranto), la quinua y la avena son una gran fuente de calcio, así como las espinacas y las acelgas. Si tu bebé no tolera la lactosa o te preocupa algún aspecto de su dieta, consulta a tu pediatra, él te dirá cuáles son las mejores opciones para tu hijo y juntos podrán definir una dieta que cubra todas sus necesidades nutricionales.
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